Es lo que se conoce como depresión otoñal o síndrome afectivo estacional, tal y como lo denominan los expertos. Se muestra principalmente en forma de tristeza, mal humor, descenso de energía o pérdida de la capacidad de disfrutar. Incluso provoca, en muchas ocasiones, falta de apetito.
Trastorno del sueño
Además, uno de los síntomas más "martirizadores" para los pacientes es el trastorno de sueño. "Supone una importante carga porque a las dificultades para conciliar el sueño se suma que la tendencia a despertarse con sentimientos negativos y de culpabilidad", señala Santo Domingo.
Sin embargo, pese a que los síntomas producidos por el cambio de estación y la reducción de las horas de luz pueden perdurar varios meses, "tienden a remitir por sí solos de forma progresiva".
adecuado para conseguir dormir de forma regular puede ayudar a contrarrestar los efectos que la depresión provoca en nuestro reloj biológico. "Es importante seguir un mismo esquema de sueño durante todo el año, aunque las horas de sueño dependen de la edad de cada uno".
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